Inflación en EE.UU se mantiene alta, mientras la guerra de aranceles comienza a mostrar su impacto
- MESADINERO SpA

- 21 jul
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Junio entregó una lectura de IPC más robusta de lo esperado, con una variación mensual de +0.3%, la más alta en más de dos años, y por sobre el +0.1% registrado en mayo. La inflación subyacente (core) también sorprendió al alza, subiendo +0.2% m/m frente al +0.1% previo, y manteniéndose en 3.3% a/a. La presión vino desde múltiples frentes: el componente de vivienda se moderó a +0.2%, pero sigue siendo el principal impulsor del núcleo; los alimentos subieron +0.3% tanto en el hogar como fuera de él, y la energía repuntó +0.9%, con la gasolina subiendo +1.0%. Bienes como muebles (+0.7%), productos de cuidado personal (+0.5%) y servicios médicos (+0.4%) también aportaron al alza, mientras que autos usados (-1.5%), vehículos nuevos (-0.2%) y pasajes aéreos (-1.1%) compensaron parcialmente.

La composición del dato refleja una presión inflacionaria más amplia, influenciada además por efectos secundarios de los nuevos aranceles sobre bienes importados. Se observaron alzas en muebles, ropa y artículos para el hogar, probablemente reflejo del traspaso de costos desde la cadena externa hacia el consumidor final. Aunque indice Viviendas muestra signos de desaceleración en su ritmo mensual, su contribución estructural al índice general sigue elevada. Esta persistencia ha tenido efecto directo en las expectativas de política monetaria: según el FEDWatch Tool de la CME, la probabilidad de un recorte en septiembre cayó esta semana a 52%, desde 72% hace apenas unas semanas, reflejando una reevaluación del mercado frente al sesgo restrictivo que aún domina en la Reserva Federal.
Desde nuestro modelo, actualizamos la proyección para la media trimestral del IPC estadounidense en el tercer trimestre a 2.63%, subiendo desde el 2.46% del segundo trimestre. Esta dinámica, de consolidación en torno al 2.6% anualizado, refuerza nuestra tesis de que el USD mantendrá soporte estructural durante todo el Q3, especialmente en un entorno donde la inflación sigue persistentemente por sobre el objetivo de la Fed, y donde los diferenciales de tasas continúan favoreciendo al dólar frente a sus pares desarrollados.


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